NO ME QUIERES, NO TE QUIERO

No me quieres, no te quiero

Victoria Vílchez · Romántico· 16,90 €· 2016 · 1/2

Tessa sabe muy bien que el primer amor nunca se olvida, entre otras cosas, porque el destino parece empeñado en cruzar su camino una y otra vez con el de Alex, el chico que le robó el corazón cuando tenía tan solo dieciséis años. Su relación acabó mal, o más bien nunca terminó, y ahora han vuelto a encontrarse. Cinco años después, Tessa no está dispuesta a dejarse arrastrar por la tormenta de sentimientos que le provoca ese hombre repleto de tatuajes y con una sonrisa capaz de despojarla incluso de su voluntad. Pero una cosa es lo que ella quiera y otra muy distinta lo que su corazón no deja de susurrarle.
¿Podrán superar en esta ocasión el daño que se hicieron y todo lo que les sucedió en el pasado? ¿O están condenados a encontrarse y perderse una vez más?
Traición, dolor, culpabilidad y una pasión que los empujará hacia el abismo y pondrá a prueba su amor.

Hoy no os traigo una reseña al uso. Lo que a continuación vais a leer es una reflexión que hice antes incluso de acabar el libro de Victoria Vílchez. No sabía si compartirlo o no, pero al final voy a hacerlo. Como vais a ver, lo escribí bajo el influjo de la rabia que en ese momento estaba asolando mi cuerpo y ya que lo comparto, no he querido cambiar ni una sola coma. Sin más os dejo con ella.

Indignada me hallo, estoy a punto de terminar No me quieres, no te quiero y lo único que tengo en mi cuerpo es furia. No me malinterpretéis, el libro me ha gustado, pero me ha hecho enfadar de una manera, que aquí me tenéis, soltando estas palabras dejándome llevar por la ira.

Como digo, el libro me ha gustado, creo que muchas personas se pueden sentir identificadas con estos personajes e incluso les pueden ayudar a mirar con otros ojos la relación que mantienen y lo que ellos consideran “amor”. Porque lo que sienten estos personajes NO es amor, por mucho que ellos crean lo contrario. Teresa y Alex, ellos son los personajes de los que hablo y a los que he acabado odiando. Juntos son una pareja insoportable. Por muchos te quieros o te amos que se dediquen, ellos no los sienten. Solo son autodestructivos. Y es duro ver como una persona puede tener tanto poder, como para con unas simples palabras, generar tanto dolor.

Teresa y Alex quieren la relación que idealizan, pero no la que realmente construyen. Juntos viven lo que serían momentos de ensueño para cualquier pareja, pero que no se quedan más que en eso, sueños. Sueños que no compensan la otra cara de la moneda. Esas preguntas encubiertas, esos favores que sólo tienen un fin, controlar al otro sin parecer un controlador. Celos enfermizos que lo único que denotan es una gran falta de confianza. Y sin confianza, ¿puede haber amor? Yo, realmente lo dudo.

Al ir leyendo este libro, he visto reflejadas a muchas parejas. Parejas que idealizan la relación que tienen porque cuando están juntos están genial, sin darse cuenta que en cuanto se separan, toma partido otro personaje, los celos. No soy cínica, cuando estás en pareja es prácticamente imposible no sentir celos en algunos momentos, lo cual considero normal. Cuando confías en tu novio o novia, puedes controlar esos celos; pero si la confianza es nula, los celos toman el poder, y si los celos se anteponen, la pareja, para mí, está perdida. 

No se puede consentir, que errores “perdonados” jueguen en nuestra contra. No se puede tolerar que el otro o la otra te haga sentir como una mierda y todo debido a aquello que sus ojos creen ver. No se puede dejar, que esas historias dañinas generadas en su cabeza, acaben entrando en tu mente. Tenías amigos antes de estar con él o con ella y, no es que estés en tu derecho, sino que es tu obligación seguir manteniendo con ellos o ellas la misma relación. Porque tú no eres culpable de esos celos.

Lo que más triste me parece, es que en la generación en la que vivimos, cada vez, los celos ganan más veces la partida y que se utilicen herramientas geniales, como son las redes sociales, para controlar o como arma arrojadiza. ¡Esa no es su misión! No tiene sentido tener que controlar a tu pareja.

No puedes enarmorarte de las alas de alguien y luego pretender cortarlas

Esto es lo que le dice Teresa a Zac, y es un mensaje que todo el mundo debería conocer y aplicar. Porque aquí, nuestra protagonista, cegada por lo que ella cree que es amor no lo aplica. Y da rabia como acaba consumiéndose, dejando de lado a esa Tessa con la que reíamos al principio, para pasar a esa Teresa que se sigue culpabilizandose de un error del cual la pena, ya expiró hace mucho tiempo.

No me quieres, no te quiero, ha sido una novela que me ha encantado, en parte por todos estos sentimientos tan negativos que ha despertado en mi. Me ha hecho enfadar y mucho con los personajes, pero sobre todo con la realidad, porque lamentablemente, este tipo de situaciones ocurren más veces de las que nos queremos dar cuenta. 

Parejas dañinas para sí mismas, que se van haciendo daño hasta que no queda nada de lo que eran.

¿Habéis leído el libro?
¿cuál es vuestra opinión al respecto?
Podéis dejarme vuestras abajo en los comentarios.